Por aquí ando de nuevo con otra nueva historia de pesca...
Son las 8 Am, salgo del coche y saludo a Berto, mi compañero de pesca hoy. Después de las típicas charlas preparamos los bártulos y nos hechamos al mar. El mar de fondo entra en la ría con fuerza. Haciendo zig-zag entre las rocas conseguimos salir sin problemas. Calamos las cañas y comenzamos una larga jornada dedicada íntegramente al curricán. Desde el punto de partida hasta Cabo home nos queda una hora de paleo. Aprovechamos el viaje para charlar relajadamente. Berto de vez en cuando sube un bonito, una caballa....
Una vez llegamos a punta Subrido vemos como entra una ola inmensa y bate con fuerza en las rocas. Tenemos que alejarnos para pasar el cabo sin peligro...
Pasamos punta Subrido y empezamos a cacear cerca de la playa en dirección a punta Robaleira. El mar está muy revuelto, oxigenado, con corrientes en todos los sentidos, muy vivo...Veo unos cormoranes cerca de las rocas cazándo frenéticamente. Le digo a Berto que me voy a acercar a probar suerte...Llego a ellos y mi caña se dobla bruscamente...no hay duda....Robalo!!
Me pongo a recoger y veo que cada vez la ola viene más grande. Aviso a Berto y nos apresuramos a salir de la zona de rompiente. Por unos metros no nos cogen dos olas rotas. Vemos como nos sobrepasan y viajan a toda velocidad hacia la costa. Se nos pone la piel de gallina. Ya fuera de peligro empezamos a debatir si seguir pescando allí o no. Lo cierto es que tenemos muchas ganas de hacer otra pasada, ahí hay más robalos!!! Pero una cosa está clara, si en el mar dudas es que hay cierto peligro, y en estas condiciones no vale la pena jugársela.
Decidimos meternos a resguardo en la ría, dejar a los Robalos pastar y poner rumbo al punto de partida...
Un pequeño vídeo de nuestra aventura de pesca....